Pocos se acuerdan hoy de la cantante Sallie Blair, que tuvo un periodo intenso en los primeros cincuenta cantando con las orquestas del saxofonista Illinois Jacquet y la del mismísimo Duke Ellington. En la segunda mitad, se lanzó a una carrera en solitario hasta que Cab Calloway la fichó para su espectáculo renovado del Cotton Club. Blair tenía estilo y una estupenda voz, pero ya estaban en la época jugando a las "chicas malas" y sexy, papel que le tocó desempeñar. Con ello, no debía extrñar que s primer disco en solitario se llamara Squeeze me, tema con el que se abría el disco. La dirección del siempre eficaz Richard Wess, que le hizo magníficos arreglos, como se puede apreciar en este estupendo You Make Feel So Young. En la orquesta estaban músicos como el trombonista Urbie Green o el bajista Milt Hinton. Los sesenta, nos cuenta los biógrafos, fueron por los clubes de Chicago, los platós de televisión y algún que otro escándalo, del que no se dan más detalles. Pero es general que sus actuaciones dejaban sin respiración, por usar la expresión de un crítico de la época. Su "Hello, Tiger!" todavía se recuerda.
Pocos se acuerdan hoy de la cantante Sallie Blair, que tuvo un periodo intenso en los primeros cincuenta cantando con las orquestas del saxofonista Illinois Jacquet y la del mismísimo Duke Ellington. En la segunda mitad, se lanzó a una carrera en solitario hasta que Cab Calloway la fichó para su espectáculo renovado del Cotton Club. Blair tenía estilo y una estupenda voz, pero ya estaban en la época jugando a las "chicas malas" y sexy, papel que le tocó desempeñar. Con ello, no debía extrñar que s primer disco en solitario se llamara Squeeze me, tema con el que se abría el disco. La dirección del siempre eficaz Richard Wess, que le hizo magníficos arreglos, como se puede apreciar en este estupendo You Make Feel So Young. En la orquesta estaban músicos como el trombonista Urbie Green o el bajista Milt Hinton. Los sesenta, nos cuenta los biógrafos, fueron por los clubes de Chicago, los platós de televisión y algún que otro escándalo, del que no se dan más detalles. Pero es general que sus actuaciones dejaban sin respiración, por usar la expresión de un crítico de la época. Su "Hello, Tiger!" todavía se recuerda.
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